miércoles, 14 de marzo de 2012

La demanda de cosecha mecánica creció 30%

La mecanización de la cosecha le está ganando la pulseada a la opción manual. Mientras avanza con dificultad la paritaria de los obreros de viña, ya se contrataron todos los servicios de maquinaria en la provincia.

La demanda de servicios de cosecha mecánica continúa creciendo en la provincia de Mendoza. A una semana del inicio de la época fuerte de cosecha, ya están reservadas todas las máquinas que realizan esta actividad. 

Una de las empresas que presta este servicio, es Barrere Argentina S.A. Cuenta con 25 máquinas de tiro y de autopropulsión que trabajan en Argentina y Chile. "Nuestras actividades se incrementaron en un 30% este año. Antes de navidad, ya teníamos toda nuestra capacidad reservada", contó Patrice Barrere, propietario de la compañía. 

Geo Canaan S.A, también tendrá una temporada de intenso trabajo. Sus cinco máquinas autopropulsadas, deberán cosechar más de 1500 hectáreas entre Mendoza y San Juan, 25% más que el año pasado. "Al 10 de febrero ya teníamos toda la disponibilidad cubierta. Han entrado muchos clientes nuevos en su mayoría bodegas medianas y chicas", indicó José Reta, profesor de la facultad Don Bosco y asistente técnico de Geo Cannan S.A.

¿Por qué crece la demanda? Según Reta tiene que ver con una desmitificación de creencias enológicas que relacionaban a la cosecha mecanizada con pérdida de calidad. 

"Mendoza es una de las provincias más atrasadas en tecnología agrícola. Recién ahora se está tomando conciencia de los beneficios de la mecanización", opinó el profesional. 

Cosecha manual vs. cosecha mecánica

Ante estas dos opciones, cabe analizar las ventajas y desventajas de cada una. El primer punto a tener en cuenta es el costo. 

Según la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva), un obrero común de viña cobrará esta temporada un salario mensual de $ 2.496.
 
Por su parte, tanto Barrere Argentina S.A. como Geo Cannan S.A, ofrecen su servicio a un precio promedio de $ 2.500 por hectárea. Este monto varía según algunos factores como rendimiento del viñedo, variedad a cosechar y estado de la planta.

Las bodegas también tienen la posibilidad de comprar una máquina. ¿Los precios? € 100.000 las de tiro y € 230.000 las autopropulsadas. 

La principal diferencia que se observa entre cosecha manual y mecánica, es el ritmo de cosecha. Con una máquina autopropulsada, por ejemplo, se puede cubrir una hectárea en una hora. "Para lograr ese rendimiento en forma manual, se debería contar con una cuadrilla de entre 65 y 80 personas", aseguró José Reta. 

Como aspecto negativo, la contratación de mano de obra implica en muchos casos conflictos laborales que significan costos extras para la balanza comercial. La mecanización está exenta de estos problemas, pero también tiene los propios. El más grave en la actualidad, es la dificultad para conseguir repuestos en caso de roturas. 

"Las máquinas se fabrican en Francia y con el nuevo sistema de restricción a las importaciones tenemos muchas dificultades para conseguir las piezas necesarias para reparaciones. Es increíble que permitan importar una máquina de U$S 350.000 y luego no se consiga un filtro que cuesta U$S 100", protestó el asistente técnico de Geo Canaan. 

"Los que prestamos el servicio somos trampas del sistema. Es tan compleja la mecánica que es imposible importar repuestos con anticipación", agregó Reta. 

Para tener en cuenta

No todos los viñedos son aptos para la cosecha mecánica. Más allá de las posibilidades económicas de cada empresa, hay ciertos aspectos técnicos que deben ser considerados.

En relación al sistema de conducción, es necesario que sea espaldero o bien viñas bajas. Para las máquinas de Barrere Argentina, es necesario mantener un espacio de dos metros entre hileras. Patrice Barrere, comentó además que en caso de haber acequias, estas deben ser poco profundas y que el primer hilo de alambre debe superar los 60 centímetros del suelo

Para José Reta, es importante también que la planta tenga un buen trabajo de poda. "Todos estos aspectos condicionan el ingreso de la máquina, que si bien tiene cierta flexibilidad, también tiene sus límites", explicó el profesor de la facultad Don Bosco. 

Aún con menos uva, falta mano de obra

La experiencia que han dejado las últimas cosechas en Mendoza, son motivo de preocupación para bodegueros y viñateros de la provincia. 


Según el pronóstico de cosecha del Instituto Nacional de Vitivinicultura, para la provincia de Mendoza se espera este año una producción de 15.669.815 quintales de uva, lo que representa una disminución del 17,8%. A pesar de la considerable baja en la producción, se teme que vuelvan a faltar obreros de viña.  


"La cada vez mayor presencia de máquinas cosechadoras en los viñedos de Mendoza es prueba más que suficiente de que la mano de obra no alcanza", señaló el ingeniero agrónomo Santiago Mayorga, encargado de numerosos viñedos alrededor de la provincia. 

El principal problema, para el profesional, está relacionado con el conformismo que generan los planes sociales que entrega el Gobierno. Además, mencionó que la cosecha de uva es un trabajo sufrido e incomodo, que pocos quieren hacer.

Para contrarrestar la primera de las causas mencionadas por Mayorga, el Estado está desarrollando una campaña para informar a los cosechadores que no pierden la Asignación Universal por Hijo y otros planes sociales tras el periodo de cosecha.

Mayorga hizo mención además de la modernización de las máquinas cosechadoras, otro factor que influye en la escasez de mano de obra. "Hoy en día la tecnología ha permitido que no se pierdan volúmenes de uva y que la calidad sea excelente. Además, las cosechadoras hacen el trabajo de despalillado y otros pasos del proceso", explicó.

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, también dejó su opinión sobre el tema. "Es tan difícil conseguir gente para la cosecha, que algunas bodegas optan por traer trabajadores de otras provincias", comentó.

Esto, sin duda, genera un costo extra para las empresas y anota otro punto a favor de la cosecha mecánica. La bodega que contrata, debe brindar a los trabajadores viviendas dignas durante la cosecha y buenas condiciones de vida. "Algunas bodegas no están estructuralmente preparadas para afrontar esta situación", agregó Pina. 

Para solucionar el problema de la falta de personal, existen también empresas de recursos humanos. Fernando Podestá, director de la Región Sur de Manpower, hizo una lectura del panorama y se mostró algo más optimista que Santiago Mayorga y Juan Carlos Pina. 

"Teniendo en cuenta que se mantiene los beneficios sociales del Gobierno tras la cosecha, estimo que habrá suficiente oferta para satisfacer la demanda", declaró. 

Manpower, cuenta con una red de oficinas que le permiten tener llegada a las zonas rurales de Maipú, Luján y Tunuyán, entre otros puntos. "Tenemos siempre las mismas cuadrillas de trabajadores, en caso de faltar, no descartamos traer personas de otras provincias, pero es nuestro último recurso debido a los altos costos que implica", explicó Podestá.

Fuente: Area del Vino

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